La tonometría es una prueba diagnóstica que mide la presión dentro del ojo, llamada presión intraocular (PIO). Esta medición puede ayudar a su médico a determinar si usted corre o no riesgo de padecer glaucoma.
El glaucoma es una enfermedad ocular grave que, si no se trata, puede acabar provocando pérdida de la visión. En la mayoría de los casos de glaucoma , el líquido que normalmente baña y nutre el ojo se drena con demasiada lentitud, lo que provoca que se acumule presión.
Sin tratamiento, el aumento de la presión puede acabar dañando el nervio óptico y provocar pérdida de la visión. Según la Academia Estadounidense de Oftalmología (AAO), el glaucoma es una de las principales causas de ceguera en adultos mayores de 60 años.
Los cambios que provoca el glaucoma suelen ser indoloros y pueden progresar durante años sin que usted se dé cuenta. Una prueba de tonometría es fundamental para detectar los cambios de forma temprana.
Si los resultados de su prueba son anormales, su oftalmólogo le recomendará pruebas adicionales para confirmar que tiene la enfermedad.
Los tonómetros miden la presión interna del ojo y la tonometría es una de las principales pruebas para el glaucoma, pero hasta hace relativamente poco tiempo su uso en el examen ocular estaba lejos de ser rutinario. La presión intraocular (PIO) de un paciente normalmente debería ser de 15. Cualquier lectura en el rango de 21 o 22 significa una mayor probabilidad de que el paciente desarrolle glaucoma.