Los termómetros médicos ofrecen un alto nivel de precisión y son un elemento fundamental para que el profesional sanitario conozca la temperatura corporal central. Una temperatura alta de más de 38 °C (100,4 °F) puede indicar fiebre o una enfermedad en el paciente y puede proporcionar una herramienta vital para controlar el progreso de la enfermedad.

Los termómetros médicos vienen en una variedad de versiones: oral, axilar (sobre el sobaco), rectal, timpánico (en el oído) o temporal (en la frente). Riester ofrece una solución para cada una de estas versiones, que se utilizan en clínicas de todo el mundo.