Pupilometría

La pupilometría  es una prueba que permite conocer el tamaño de la pupila y su respuesta a determinados estímulos.

Durante el examen, el paciente debe estar en una habitación oscura, sentado con la espalda recta, los ojos abiertos, la cabeza firme y, lo más importante, evitar parpadear. Luego, se coloca el pupilómetro infrarrojo en la línea de visión del paciente mientras se mantienen los ojos en un punto fijo y distante.

Al realizar una pupilometría es importante evitar el ruido, la luz y el estrés, ya que estos factores pueden interferir en los resultados de la prueba diagnóstica.

¿Para qué sirve?

El objetivo principal de la polimetría es estudiar el tamaño y las reacciones de la pupila ante determinados estímulos.

Los resultados de esta prueba nos permitirán conocer el trastorno neurológico de un paciente para diagnosticar o evaluar enfermedades como el Alzheimer, la migraña, el mal de Parkinson y los trastornos del sueño. Además de lo anterior, la pupilometría también se mide en oftalmología cuando un paciente va a ser sometido a una cirugía refractiva o vamos a implantar lentes intraoculares. En estos casos, la medición de la pupila es un valor esencial para que el cirujano planifique el procedimiento quirúrgico a realizar.

La pupilometría permite analizar los siguientes resultados:

Parámetros de la función parasimpática

• Latencia media de constricción. Es el tiempo que existe entre la exposición al estímulo luminoso y el inicio de la constricción de la pupila.
• Latencia media de construcción de la velocidad máxima de constricción. Es el tiempo que existe entre el estímulo y la velocidad máxima de constricción.

Parámetros de la función simpática:

• Tiempo de latencia de la dilatación. Es el tiempo que transcurre entre la desaparición del estímulo luminoso y el inicio de la dilatación pupilar.

¿Con qué instrumentos se realiza la pupilometría?

 Para realizar una pupilometría existe una gran variedad de sistemas que van desde las clásicas reglas hasta pupilómetros con luz infrarroja.

 Actualmente, los pupilómetros con luz infrarroja son los equipos más modernos y precisos para medir la pupila, ya que trabajan en la oscuridad mediante la inclusión de fuentes de luz que iluminan la pupila, pero no la contraen.

 La pupilometría también la puede realizar un topógrafo, ya que dispone de un software especial que permite evaluar la pupila. Sin embargo, no todos los topógrafos pueden realizar una pupilometría.

 Existen otros equipos para medir la pupila que, además de evaluar la reacción pupilar ante la presencia y ausencia de luz, las registra al mismo tiempo que mide la pupila durante el estímulo.