Tanto los refractores manuales como los digitales son herramientas que se utilizan para detectar y corregir errores refractivos mediante la determinación de las prescripciones del paciente.
Tanto los sistemas manuales como los digitales requieren profesionales oftalmológicos altamente capacitados, educados y con experiencia para realizar la prueba de refracción. Sin embargo, los tres componentes principales de los refractores manuales y digitales son bastante diferentes:
Con la integración del sistema, todos los datos se sincronizan automáticamente con cada equipo y se registran en el archivo digital del paciente, eliminando por completo las entradas múltiples.
Los refractores digitales siguen el mismo proceso que los manuales, excepto que estos ajustes se controlan desde un panel digital. De esta forma, los profesionales oftalmológicos pueden permanecer sentados en un lugar y concentrarse en hablar directamente con el paciente. Una vez que se ha seleccionado la combinación correcta, la prescripción se actualiza automáticamente y se guarda en el archivo del paciente desde el sistema digital, sin necesidad de realizar entradas repetidas.
Los componentes de los refractores digitales utilizan las mismas piezas de diagnóstico, como la potencia del cilindro y la potencia de la esfera, pero se controlan con tecnología más avanzada, que incluye: